¿Sabías que casi todos los seres vivos, desde bacterias hasta humanos, poseen un reloj biológico interno que regula ciclos de aproximadamente 24 horas, conocidos como ritmos circadianos? En los mamíferos, este reloj maestro reside en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo y sincroniza funciones fisiológicas y conductuales clave (ciclo sueño-vigilia, temperatura corporal, liberación de hormonas, metabolismo) con el ciclo día-noche del ambiente, principalmente a través de la señal de la luz detectada por los ojos. Desajustes en este reloj (jet lag, trabajo nocturno) pueden afectar la salud.